Sunday, January 31, 2010

El Señor es mi pastor: Rodolfo Cuza Serrano (1951-2010)


Belkis Cuza Malé




Con mucha tristeza y dolor, les comunico que mi hermano más joven, el doctor Rodolfo Cuza Serrano, que estaba prestando sus servicios en Angola, Africa, acaba de fallecer en La Habana. Rodolfo, al igual que su esposa, también doctora, se encontraban trabajando en Angola desde hace algún tiempo. En diciembre, mi hermano fue trasladado de urgencia a La Habana, afectado con un virus o bacteria desconocida. Hasta ahora no han podido determinar qué bacteria u hongo atacó su cerebro. Estuvo en coma profundo muchos dias.
Rodolfo, nacido el 12 de febrero de 1951, era un eminente doctor, pero más importante que eso, un ser humano muy noble. Pido una oración por su alma, en el Nombre de Jesús.
En paz descanse, mi querido y sufrido hermano Rodolfo.
Muchas gracias a todos, y bendiciones.

Foto de Rodolfo Cuza Serrano en un salón de operaciones en Angola, presenciando una intervención quirúgica que realizó su esposa en 2009.
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Wednesday, January 27, 2010

Bon voyage!!!, querido Michaelsen

Belkis Cuza Malé


Esta madrugada falleció en San Francisco, donde residía desde que llegó a Estados Unidos via Mariel, el pintor cubano Eduardo Michaelsen. Artista extraordinario, y gran amigo, Michaelsen iba a cumplir 90 años el 18 de abril, fecha en que vio la luz en la ciudad de Santiago de Cuba, donde una de sus calles lleva el nombre de su abuelo.
Michaelsen fue uno de esos pintores que a ratos nos da la vida, espontáneos y maravillosos. Gran amigo mío y de Heberto Padilla, desde Cuba, y luego acá, donde lo entrevisté varias veces para El Nuevo Herald y Linden Lane Magazine, en cuyas páginas se le rindió más de un homenaje, pero sobre todo es de destacar el último, en su Volumen XXVI del 2007, que puede ser consultado aquí.

http://www.lacasaazul.org/Linden_Lane_VOLXXVI_2007.html

En estos momentos estoy escribiendo un artículo sobre él, pues es poco todo lo que podamos decir en memoria de uno de nuestros grandes artistas. Me despedí de él por teléfono antier, y anoche también.
Dios, nuestro creador, hizo obra maestra con Michaelsen, y lo dotó con la gracia cubana.
Qué en paz descanses, mi querido Michaelsen!! Bon voyage!!, oigo que me dicen.

Tuesday, January 26, 2010

Pintando mi primer mural al fresco en el taller de Apogeo

Belkis Cuza Malé


El domingo pasado, 24 de enero, Baltasar Santiago Martin y yo nos encaminamos muy tempranito al taller de la Fundación Apogeo, en el hogar de Eneida Banegas y Miguel Alzate, quienes además de estupendos anfitriones, son miembros de la dirección de Apogeo. Y allí, en medio de un patio lleno de frondosos árboles y un ambiente donde se respira creatividad y vida, comenzaron los preparativos --casi rituales, diría yo-- del mural al fresco que yo debería pintar. Y cuando Baltasar y Miguel dejaron lista la plancha, comencé mi labor bajo sus miradas espectantes, y el corretear amistoso del perrito Lucas. Luego, Eneida nos demostró que además de pintora y fotógrafa, al igual que su esposo Miguel, es una fabulosa cocinera.
Había sido idea del entusiasta amigo Baltasar, alma de la fundación, de que yo también hiciera mi mural al fresco, una técnica aprendida por él durante sus años en México. Y el resultado lo pueden ver aquí, aunque pienso que los colores de mi flor son muchos más intensos en la realidad, pero debido a lo reciente del trabajo no fue posible tomar una foto donde se viese completamente vertical.
Gracias a estos queridos amigos, y a la Fundación Apogeo por la acogida y las buenas vibras compartidas. Les deseo muchos éxitos y bendiciones.

Sunday, January 24, 2010




Tarjeta postal de Haiti

Belkis Cuza Malé

Desde que ocurrió la tragedia de Haití andaba buscando mi artículo sobre ese país, escrito y publicado en El Nuevo Herald en 2004. Pero consulté el archivo del periódico y nada. Fui a Google, y nada. Miré en los archvos de Cubanet que solía guardar algunos de los que publicaba, y nada. Tampoco se encontraba en mis viejos files. Pensé que seguramente había corrido la misma suerte de mis 3 últimos discos duros.
Pero hoy, de súbito, me llegó un correo electrónico de mi amiga Dinorah C. Rivas, que decía *Lo que encontré tuyo...* Pues sí, era mi artículo Tarjeta Postal de Haití. Por supuesto que yo no había comentado ni con ella ni con otra persona sobre mi búsqueda, así que la amiga Dinorah, sin saberlo, fue la receptora de mi mensaje al Universo. Y aquí está mi artículo, encontrado en los archivos de La Peregrina Magazine, que hace meses también había sufrido pérdida de documentos. Me ha sorprendido el que apareciese de manera tan inusitada, especialmente porque mis Profecias para el 2010 se hacen eco de la tragedia hatiana.
Aquí va el artículo, que verdaderamente parecería escrito ahora.
Lo reproduzco según lo publicó La Peregrina Magazine en el 2004.


Tarjeta postal de Haití

Belkis Cuza Malé

Nunca he estado en Haití: Graham Greene estuvo por mí no una, sino varias
veces. Solía hospedarse en el que quizás fuese el único hotel de lujo de esos años, un sitio con alma, con portales de torneados balaustres y galerías de rica filigrana. Construido en 1880 por un arquitecto francés, el
hotel Oloffson sirvió de escenario de Los comediantes, la novela que
Graham Greene escribió sobre Haití en 1966. La antigua residencia de Demossthése Sam, hijo de un presidente de la isla, había tomado años después su nombre de un alemán de origen sueco que la transformó en hotel de lujo, tras haber sido hospital de las tropas norteamericanas de ocupación en los años treinta. De exuberante belleza, rodeado de cocoteros y helechos, al año siguiente, gracias a la presencia de figuras estelares como Richard Burton, Elizabeth Taylor, Peter Ustinov y Alex Guinness serviría de marco a la célebre película sobre la novela de Greene, convirtiéndose quizás en uno de los edificios con más historia en Puerto Príncipe. Todavía hoy el nombre de Graham Greene corona la puerta de la habitación que solía ocupar el escritor.
Nunca he estado en Haití, mi padre estuvo por mí. Año 1953. Luis Hernández tiene un sombrero alón, con aire sofisticado. Mi padre es joven, y en la foto junto a aquella maquinaria que les sirve de fondo, está el paisaje de Haití.
Han ido a construir algo, no sé qué, como antes fueron a Venezuela. El correo trae cada semanas pedacitos de Haití: con sus cartas, llegan postales, libros con la historia de Toussaint Louverture y La Ciudadela, que a mí me parece un castillo encantado y terrorífico. Luego, a su regreso, al cabo de los meses, vendrán las anécdotas de boca de mi padre, y es como recorrer esos caminos
intransitables, fangosos, esas carnes pudriéndose al sol, esos zombis que algunos dicen haber visto recorriendo las calles. Pero de Haití trajo mi padre algo más, la malaria. Un día casi desfallece afiebrado. Debe de haber sido un milagro que el resto de la familia no se contagiase.
Nunca he estado en Haití, pero recuerdo al poeta y amigo René Depestre, de quien Heberto Padilla tradujo Un arco iris para el Occidente cristiano. De Haití, los cubanos leerían por esos años sesenta Los gobernadores del rocío, la novela de Jacques Roumain, en traducción de Depestre, quien vivió en Cuba varios años, hasta que --harto quizás de la revolución-- se radicó en París en el 78, donde obtendría dos importantes premios como novelista entre ellos el afamado Goncourt, y trabajaría para la Unesco. A sus años, por lo que leo de él, sigue siendo el mismo apasionado poeta de risita suave y voz susurrante, que a ratos deliraba con sus historias; no sabré nunca si inventadas o no, un personaje él mismo de ficción.
Nunca he estado en Haití, pero en Princeton, New Jersey, a los haitianos
fui descubriéndolos como quien ve surgir de pronto la vegetación tras el crudo
invierno. Vivían como podían, casi corvertidos en sombras, indocumentados,
formando colmena en las esquinas de un barrio, limpiando mesas en restaurantes, o pisos en el hospital. No me resultaban extraños. ¿Cómo
podían serlo?
Nunca he estado en Haití, pero otros lo han hecho por mí, me han precedido, entre ellos Alejo Carpentier, con su novela El reino de este mundo. Y en mi niñez, los montes de Guantánamo albergaban a cientos de haitianos que cruzaban el mar en busca de trabajo en los cañaverales. Muchos jamás regresaron junto a los suyos.
Cuando oigo lo que está pasando en Haití --y ya lleva dos siglos--, voy y miro las fotos del hotel Oloffton y las comparo con el Haití callejero de las noticias. Como un zombi al acecho se esconde la maldición en esa tierra que un día fue "casa de Dios y puerta del cielo''. ¿Hasta cuándo?
Gente en el mercado, del artista haitiano Jean Walton

(Publicado en el Nuevo Herald, 27 Feb 2004)

Wednesday, January 20, 2010

HOY, 20 DE ENERO: CUMPLEAÑOS DEL POETA HEBERTO PADILLA

Belkis Cuza Malé

Hoy, 20 de enero, es el cumpleaños del poeta Heberto Padilla. Había nacido en 1932 en Puerta de Golpe, Pinar del Río, la tierra donde se cultiva el mejor tabaco del mundo.
No hubo cumpleaños que no lo celebráramos, en medio de ese exilio interior que vivimos en Cuba durante más de diez años, y luego en el hogar que levantamos en distintas ciudades de Estados Unidos. Pero, a decir verdad, nunca como aquellos cumpleaños íntimos donde los verdaderos amigos compartían con nosotros el miedo y la esperanza, y también mis inventos culinarios.
Hoy, para recordarlo, pongo aquí estas fotos de 1981. Son de Princeton, New Jersey, de esa casa donde nació Linden Lane Magazine, en aquel 76 1/2 de la calle con igual nombre, y donde incluso pueden ver una rama nevada del tilo que se alzaba al frente.
Tras la gran nevada, Heberto y Ernesto salen al portal a celebrar el acontecimiento.


Sunday, January 17, 2010


El Cristo de espaldas: ¿a quién mira?

Belkis Cuza Malé

En diciembre pasado murió en Key Largo, Florida, mi amigo Tomás Fundora, pintor, escritor y compositor, autor de la internacionalmente famosa canción *Feeling*, y pintor del ya célebre cuadro El Cristo de Espaldas. Como homenaje a su memoria publico ahora este artículo orignalmente escrito en octubre de 2002.
Les invito a leerlo en mi blog Belkis: Centro de Esperanza.
www.belkiscentrodeesperanza.blogspot.com xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

Sunday, January 10, 2010

Amigos de infancia y adolescencia en La Casa del Agua

Belkis Cuza Malé

El sábado pasado, 2 de enero, vinieron a visitarme mis amigos de la infancia, Santiago *Chago* Rodríguez y su hermana Nuria, en compañía de Rosa y Orlando Alomá, otros viejos y queridos amigos.
Chago es poeta, pintor y especialista en cine (cinófilo 100 %, diría yo), a pesar de que estudió la carrera de ingeniería; su verdadera vocación es el arte y la literatura. En Miami, donde vive desde que hace décadas llegó de Cuba, ha realizado varias exposiciones. Su hermana Nuria reside en New York, y durante muchos años trabajó en New York University. Fue allí que conoció a Heberto Padilla, quien se sorprendió al saber que Nuria y yo habíamos sido vecinas en los primeros años de infancia.
Con Chago he tenido contacto a través de varias etapas: en Santiago de Cuba, en La Habana, y luego aquí en Miami. Pero a Nuria es la primera vez que la vuelvo a ver, desde que nos mudamos de casa allá en el Guantánamo de los años 50.
Orlando Alomá, periodista y ensayista, que ha trabajado durante 21 años en El Nuevo Herald, es también de la cosecha de los antiguos y queridos amigos. Lo conocí un remoto día en que ambos, adolescentes y llenos de entusiasmo, esperábamos en el patio del ayuntamiento santiaguero por una plaza laboral en aquel memorable censo. De Rosa, su esposa, me quedaba el recuerdo de la muchachita espigada que bailaba ballet. Todavía lo hace, enseñando en la academia que fundó y dirige aquí en Miami.
Aprovechamos la tarde charlando y recordando, mientras comíamos la empanada gallega y las otras delicias traidas por ellos. Fue un agradable modo de volver los ojos a la infancia en Guantánamo y la adolescencia santiaguera, y recorrer ese pasado que ahora se ha hecho presente eterno, despues de esta visita a La Casa del Agua.
Vean las fotos. No estamos mal, se nos ve sonrientes. Yo fui feliz, y creo que ellos también. Gracias por la alegría de volver a revivir la niñez.